sábado, 6 de enero de 2018

Reyes

¿Qué tal esos Reyes?  Si es el día de intercambios en vuestra casa, espero que hayáis recibido aquello que esperabais con ilusión, o lo que no esperabais y os ha hecho ilusión. 

El día de Reyes es el día que para mí marca realmente el principio de un año nuevo.  Ya se han acabado las fiestas y los excesos.  Ahora tocan unos meses de poner en marcha nuevos proyectos, nuevas intenciones con ganas y fuerzas, porque no hay un sólo día festivo prácticamente hasta semana santa, y hasta que los días sean algo más largos, todavía falta.  Es el momento de tener las pilas bien cargadas, la mente limpia y preparada para afrontar la nueva temporada y los nuevos retos.

Una carterita perfecta para el tabaco, el mechero y el cenicero. Incluso para llevar las tarjetas y el dinero también.  Cabe todo perfectamente. 


El interior es una tela tipo satén blanca, otra de esas telas que me voy encontrando en mi stock de telas, y que no tengo ni idea de dónde ha salido.  Pero es perfecta para forro.


Ayer hablaba de los propósitos de año nuevo, y lo cierto es que hay dos que me gustaría intentar este año. Son peculiares, y se refieren a mi forma de ser y ver el mundo.

Me gustaría intentar ser menos obsesiva.  En general para mí un día es una actividad como mucho, además del trabajo, claro.  Quiero decir, si quedo con una amiga, no hago nada más.  Si me pongo a coser, todo el tiempo disponible es para eso.  Si decido cocinar, ya está.  Sabéis, me quedo descolocada si quedo con alguien a tomar un café y al cabo de un rato me dice que ha quedado para otra cosa. 

Sin embargo veo que otra gente hace más cosas.  Con tiempos.  Pueden quedar con alguien para ir de compras, luego tomar un café con una amiga, encontrarse con su marido para pasear antes de llegar a casa y dedicar 30 minutos a coser y tal vez luego hacer la cena.  Utilizan el tiempo de una forma diferente a la mía.  Y me gustaría aprender. 

¿Cómo lo hacéis vosotras?

Más bolsitos hechos con retales, en este caso, dos a juego, que le han tocado a mi hermana:







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sábado, 6 de enero de 2018

Reyes

¿Qué tal esos Reyes?  Si es el día de intercambios en vuestra casa, espero que hayáis recibido aquello que esperabais con ilusión, o lo que no esperabais y os ha hecho ilusión. 

El día de Reyes es el día que para mí marca realmente el principio de un año nuevo.  Ya se han acabado las fiestas y los excesos.  Ahora tocan unos meses de poner en marcha nuevos proyectos, nuevas intenciones con ganas y fuerzas, porque no hay un sólo día festivo prácticamente hasta semana santa, y hasta que los días sean algo más largos, todavía falta.  Es el momento de tener las pilas bien cargadas, la mente limpia y preparada para afrontar la nueva temporada y los nuevos retos.

Una carterita perfecta para el tabaco, el mechero y el cenicero. Incluso para llevar las tarjetas y el dinero también.  Cabe todo perfectamente. 


El interior es una tela tipo satén blanca, otra de esas telas que me voy encontrando en mi stock de telas, y que no tengo ni idea de dónde ha salido.  Pero es perfecta para forro.


Ayer hablaba de los propósitos de año nuevo, y lo cierto es que hay dos que me gustaría intentar este año. Son peculiares, y se refieren a mi forma de ser y ver el mundo.

Me gustaría intentar ser menos obsesiva.  En general para mí un día es una actividad como mucho, además del trabajo, claro.  Quiero decir, si quedo con una amiga, no hago nada más.  Si me pongo a coser, todo el tiempo disponible es para eso.  Si decido cocinar, ya está.  Sabéis, me quedo descolocada si quedo con alguien a tomar un café y al cabo de un rato me dice que ha quedado para otra cosa. 

Sin embargo veo que otra gente hace más cosas.  Con tiempos.  Pueden quedar con alguien para ir de compras, luego tomar un café con una amiga, encontrarse con su marido para pasear antes de llegar a casa y dedicar 30 minutos a coser y tal vez luego hacer la cena.  Utilizan el tiempo de una forma diferente a la mía.  Y me gustaría aprender. 

¿Cómo lo hacéis vosotras?

Más bolsitos hechos con retales, en este caso, dos a juego, que le han tocado a mi hermana:







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